sábado, 20 de diciembre de 2008

A tutti


Pensaba no ir. No iba a ir.

Hemos salido una hora antes para...

Tras la experiencia del anterior, el año pasado avisé mi ausencia y éste anuncié mi no ausencia. Un me encontraba mal sería más fácil que tanta explicación.

He ido.

Un momento de lucidez me ha hecho saltar del sofá a la ducha, de la ducha al armario, a las botas de tacón y a los polvos olvidados del cajón.

Me alegro. Menos mal, tenía asiento reservado y llamadas perdidas lejanas.

No se ha hecho honor al mito. Alguna mención al empleado modélico con placa incluída y poco más fuera de lo normal.

Ni ascensos ni despidos.

La mujer del jefe y yo las únicas del género femenino entre más de una veintena del masculino.

La resaca de ayer me ha hecho inmune a la bebida. Sin tambalear, sin tartamudear he perdido la cuenta de los rones.
Seis de la mañana.
Sana y salva en casa.
Todo bien.

Mi coche sigue aparcado en la puerta del restaurante. La misma escarcha o un poco más que en la mia no le hará tanto mal como cualquier riesgo asumido.

Comidas y cenas colectivas a tutti plein.
(Ese cuadro no lo he pintado yo, más bien he copiado la imagen de internet)


2 comentarios:

Sarashina dijo...

Yo llevo cuatro. Una del tai chi, discreta, oriental. Otra oficial, del instituto, con los jefes, más o menos como la tuya. Otra extraoficial, del instituto también, con el sector juvenil y aledaños. Y otra de la comunidad de vecinos, la más rara de todas, que parece mentira. Ahora empiezan las de familia. No me gusta la celebración ritual a fecha fija. Pero siempre voy, y suelo conseguir no emborracharme. Habilidosa que es una.

Anónimo dijo...

ya llevo tres.empresa,amistades y curso de osteopatia.
y...sto comienza ahora mañana me voy pa ya...
cenar con las hermanas con la famlia con los conocidos con con con....
unas hacen ma ilusion q otras
hermana la tuya la espero contenta un besazo