martes, 14 de octubre de 2008

Qué pesadas!



"Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,
vosotras, moscas vulgares,
me evocáis todas las cosas.
¡Oh, viejas moscas voraces,
como abejas en abril,
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!
¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,
las claras tardes de estío
en que yo empecé a soñar!
Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,
perseguidas
por amor de lo que vuela,
- que todo es volar -, sonoras
rebotando en los cristales
en los días otoñales...
Moscas de todas las horas,
de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;
de esta segunda inocencia,
que da en no creer en nada,
de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares
no tendréis digno cantor:
yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,
sobre la carta de amor,
sobre los párpados yertos
de los muertos.
Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,
ni brilláis cual mariposas;
pequeñitas, revoltosas,
vosotras, amigas viejas,
me evocáis todas las cosas."
(Antonio Machado)

A mi me tienen hasta el coño!
Es tiempo de moscas, moscas de otoño.
(Rima fácil)

Podría ir a comprar insecticida anti-ozono y llevar a cabo mi particular diptericidio. Luego barrer los cadáveres y tirarlos a la basura. Pero no, probaré con los viejos remedios caseros para ahuyentarlas sin manchar de sangre mi conciencia.
Como no voy a llenar la estancia de bolsas de plástico con agua, me rodearé de cd´s y fumaré como una carretera porque no me quedan barritas de incienso.
Si no funciona tal vez pase al plan A.

2 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Y bien ilustradas sonoramente por Serrat y por Alberto Cortez. Grandes.

Unknown dijo...

Jajajajaja... Un poco mosqueada te veo ¡¡¡HERMANA!!!... Pero que razón que tienes